Lucia Gazdurová y sus 8 meses de ESC en Bilbao

Todos los voluntarios comenzamos nuestros proyectos con ciertas expectativas – si son altas o bajas ya depende de cada uno. Tengo que admitir que mis esperanzas acerca de la ciudad de Bilbao – y del País Vasco – no fueron altas. Este poco conocido rincón español no me llamaba mucho la atención. Aún menos viendo que con Bilbao se asocia casi solo el museo Guggenheim.

Al llegar aquí, me di cuenta de que el sitio tiene mucho más que ofrecer. Las montañas verdes, los antiguos edificios, la Ría, entrañable Casco Viejo, el carácter de los habitantes, euskera y muchos otros aspectos han causado en mi cada vez mayor interés a descubrir todo lo que pueda respecto al lugar. Me he enamorado de él y sé que siempre volveré con mucho cariño.

A lo largo de los 8 meses he estado en las asociaciones de Aisibizia y Gozaldi. Me recibieron con mucho gusto y todo el tiempo han estado aquí para apoyarme laboralmente y personalmente. Imposible tener mejores colegas! 🙂

He podido descubrir como funcionan los gaztelekus y he podido comparar el comportamiento de los jóvenes que han llegado allí. Encima, esos no solo son de origen español, sino también de origen latino y africano. Cada persona jóven lleva su mochilla llena de problemas, miedos y traumas. Y aquí estamos nosotros, las educadoras, para hacerles esa mochilla más ligera. En estos meses he conocido un montón de chicos y chicas maravillosos y con gran potencial. He jugado con ellos, hemos hecho talleres de todo tipo – tanto dentro de los gaztes como al aire libre; hemos hablado sobre la vida y simplemente nos hemos divertido. Porque al final lo más importante es acercarse a ellos y a su mundo interior mediante el juego.

A continuación, la experiencia me ha aumentado mis habilidades, tanto a nivel personal como a nivel profesional. He mejorado mis competencias lingüísticas considerablemente, puesto que el entorno y la cotidianidad me han permitido desarrollar el idioma extranjero. He aprovechado el tiempo libre para reflexionar sobre mi vida. Además, he viajado por la región y fuera de ella – sus puertas me han abierto Cantabria, Galicia, Aragón y Francia.

Para terminar, me siento muy agradecida por poder tener esta experiencia voluntaria. Todo eso ha sido posible gracias a Cuerpo Europeo de Solidaridad que ofrece un montón de oportunidades a todos los jóvenes interesados por vivir en el extranjero durante un período de tiempo y difundir así los valores europeos. Y, por supuesto, quiero dar mis gracias a Kiribil Sarea por haberme elegido a mí para este proyecto bilbaíno – a una chica del país desconocido para muchos locales. Espero que haya enriquecido el Botxo con mi presencia.

La acogida de voluntariado europeo de Kiribil Sarea, se realiza con la financiación del programa Cuerpo Europeo de Solidaridad y el apoyo del Área de Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Bilbao.